¡La crema de calabaza es mi favorita! y es perfecta para estos días de otoño, donde ya se empieza a sentir el frío, facilísima de preparar con ingredientes sencillos y al estilo tradicional. La textura cremosa que le aporta la calabaza junto con el Aceite de Oliva con Hierbas de Provence y su dulzor característico del Balsámico con Miel y Jengibre hace que le dé un sabor casero, sano y natural. Conquista a todos tus invitados con esta rica crema.

Ingredientes:

Para la crema de calabaza y jengibre:

Para los crutones

También para terminar:

  • 1/2 taza de crema de leche
  • 20 g semillas de girasol
  • sal y pimienta a gusto

Preparación:

Caliente en una sartén el Aceite de Oliva con Hierbas de Provence y cuando este caliente, agregue la cebolla. Cocine hasta que la cebolla esté suave y transparente. Reposar.

Mientras precaliente el horno a 200 ºC .  A parte, corte las calabazas por la mitad y quite las semillas. Unte el Aceite de Oliva con Hierbas de Provence con ayuda de un pincel de silicona sobre cada mitad de las calabazas, agregue la sal y pimienta a gusto. Envuelve cada zapallo en papel aluminio para que ayude a la cocción, coloque en un bandeja para hornear y lleve al horno por aproximadamente 20 a 30 minutos.

Para los crutones caliente el Aceite de Oliva con Ajo a temperatura media. Agregue los cuadrados de pan y deje que absorban el aceite y se pongan dorados. Luego dele la vuelta. Agregue sal y cuando estén dorados saque de la sartén.

Cuando las calabazas estén listas, saque la bandeja del horno, quite el papel de aluminio y con una cuchara grande retire la pulpa de la cáscara. Coloque en la licuadora la pulpa de las calabazas, la cebolla, media taza de agua y la cucharada de Balsámico Blanco con Jengibre y Miel, procese hasta que quede como una crema no demasiado líquida ni espesa (ajuste con más líquido de ser necesario). Agregar sal y pimienta a gusto.

Servir al momento, agregar en hilo la crema de leche y esparcir las semillas de girasol y ¡listo para comer!