Ingredientes

3 huevos grandes

180 g de azúcar

60 ml de leche

190 ml de aceite de oliva virgen extra variedad arbequina

220 g de harina

10 g de levadura en polvo

un pellizco de sal

la ralladura de una naranja

1/2 cucharadita de vainilla en polvo

3 cucharadas de azúcar

100 ml de agua

Preparación

Primero de todo, con ayuda de una batidora eléctrica, batir los huevos con el azúcar durante 5 minutos a velocidad media. Esto hará que los huevos blanqueen y aumenten el volumen. lo que hará que nuestras magdalenas salgan más suaves.

Mientras tanto, en un bol mezclar la leche con el aceite de oliva virgen extra Olio Fino. Reservar.

En otro bol mezclar la harina, la levadura en polvo, la sal, la vainilla y la ralladura de naranja. Reservar.

Luego, cuando los huevos estén espumosos, añadir poco a poco y a velocidad baja la mezcla de leche y aceite de oliva.

Poco a poco y a velocidad baja añadir la mezcla de harina. Bajar lo que haya quedado en las paredes.

Luego, subir la velocidad de la batidora y batir durante 2 o 3 minutos. Tapar el bol con un trapo y meterlo en la nevera para que reposen un mínimo de 2 horas. Lo mejor es dejarlo toda la noche, este reposo hará que las magdalenas suban más y desarrollen una miga muy esponjosa.

Pasado este tiempo, volcar la mezcla en una manga pastelera. Si no tenemos manga, rellenaremos las cápsulas de magdalenas con ayuda de una cuchara. Hay que rellenar los moldes hasta la mitad, pero no mucho más porque estas magdalenas de aceite de oliva suben mucho y la masa se saldrá de las cápsulas si las rellenamos más de la cuenta.

Precalentar el horno a 250 grados C. Preparar un tazón con agua y otro con azúcar. Reservar.

Cuando esté caliente, bajar la temperatura a 210 grados y hornear las magdalenas de aceite de oliva extra virgen 16-18 minutos. El tiempo exacto depende de cada horno así que pasados los primeros 16 minutos hay que comprobar el punto de cocción. No abrir el horno antes de tiempo, ya que esto puede hacer que las magdalenas bajen y ya no volverán a subir.

Finalmente, hay que conseguir que las magdalenas de aceite de oliva tengan una capa de azúcar. Yo las cojo con cuidado recién sacadas del horno y mojo la parte de arriba con un tazón con agua. Luego inmediatamente después por otro con azúcar. El calor de las magdalenas hace que el agua se evapore, de modo que no quedan mojadas por dentro, formando una capa de azúcar endurecido.

Trucos y consejos

  • Si se prefiere que por encima quede una capa de azúcar normal en lugar de endurecida, añadir un poco de azúcar por encima de cada cápsula rellena justo antes de hornear.
  • Sustituir la ralladura de naranja por ralladura de limón y la vainilla por canela si se prefiere.