Ingredientes

4 pimientos rojos
1 bandeja de champiñones
1 cebolla blanca
200 gr de jamón serrano
4 tazas de arroz largo
Aceite de oliva con ajo

Instrucciones

Para empezar, picaremos la cebolla muy fina y la pondremos a rehogar en una sartén antiadherente con un poquito de aceite de oliva con ajo. Cuando la cebolla esté transparente, añadiremos los champiñones cortados a daditos muy pequeños. Transcurridos cinco minutos, añadiremos el jamón serrano. Removeremos bien y lo dejaremos, a fuego lento, cinco minutos más. Yo no suelo salar, ya que el jamón ya es salado y al ponerlo en el fuego, se intensifica su sabor.

A continuación, añadiremos el arroz. Removeremos bien y dejaremos que absorba el sabor del resto de los ingredientes. El arroz cambiará de color y se volverá transparente. En ese momento, añadiremos agua (que cubra el arroz) y lo dejaremos a fuego medio, 7–8 minutos. Nos interesa que el arroz quede medio hecho, de manera que se termine de hacer, posteriormente, en el horno. Transcurridos estos minutos, apagaremos el fuego y lo reservaremos.

Lavaremos el pimiento rojo y cortaremos la parte superior (la del pedúnculo), que deberemos guardar. Limpiaremos por dentro el pimiento, eliminando las semillas y las partes blancas.

Rellenaremos el pimiento con el arroz y le pondremos el sombrero (esto es, la parte superior que habíamos cortado), intentando encajarla tal y como estaba antes de cortarlo. Lo cerraremos ayudándonos de unos palillos, asegurándonos de que quede bien cerrado para que el arroz se termine de hacer.

Pintaremos el pimiento con aceite con ajo, ayudándonos de un brocha de cocina, para que, antes de servirlo, podamos pelarlo con mayor facilidad.

Lo introduciremos en el horno, previamente precalentado, a 180º C. Esperaremos, aproximadamente, 25 minutos, aunque depende de cada horno. En definitiva, deberá estar en el horno hasta que el pimiento esté completamente asado.

A la hora de servirlo, con un cuchillo bien afilado, pelaremos  el pimiento. No resultará difícil, ya que la piel se habrá hinchado con el calor del horno y la piel se desprenderá muy fácilmente.